La mujer con sordoceguera

08/03/2022

La perspectiva de género ha experimentado un auge en los últimos años, el reconocimiento de las desigualdades existentes entre hombres y mujeres y la necesidad social de trabajar hacia su erradicación están cada vez más presentes en nuestro día a día y en los objetivos comunes de administraciones, entidades no lucrativas, organizaciones privadas y la sociedad en general. Sin embargo, todavía queda mucho por conseguir, por lo que todas las iniciativas enfocadas al trabajo por la equidad de género son necesarias. El movimiento feminista, además, busca la igualdad entre personas con todas sus intersecciones, es decir, el reconocimiento de todo lo que impone opresiones y privilegios, puesto que el género es un factor muy relevante pero no el único, también la procedencia, la identidad de género, el color de la piel, la orientación sexual, la edad o la discapacidad son condiciones que se añaden al hecho de ser mujer y que suman desigualdades en las personas. Por eso, consideramos imperativo hablar de la mujer con sordoceguera, como condición de doble o incluso triple discriminación ya que una de las desigualdades que sufren las mujeres es la invisibilidad, una invisibilidad que también sufren las personas con discapacidad y en especial las personas con sordoceguera, una condición todavía muy desconocida.

Esta invisibilización provoca que no existan datos estadísticos sobre cómo afecta la discriminación de género a las mujeres con sordoceguera, pero sí contamos con datos sobre la mujer con discapacidad. Éstas nos indican que efectivamente la discriminación para la mujer con discapacidad es doble, ya que tiene un menor acceso a la universidad y al mercado laboral que la mujer sin discapacidad tal y como apuntan los datos del Instituto Nacional de Estadística y la Fundación Universia.

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Distribución de estudiantes universitarios de grados, primer y segundo ciclo, por sexos y presencia de discapacidad. Fuente: INE, 2015 y Fundación Universia. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación

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Distribución de estudiantes universitarios de grados, primer y segundo ciclo, por sexos y presencia de discapacidad. Fuente: INE, 2015 y Fundación Universia. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación

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Porcentaje de personas, con y sin discapacidad, desempleadas por sexos. Fuente: INE 2015. Infografía extraída del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación

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Porcentaje de personas, con y sin discapacidad, desempleadas por sexos. Fuente: INE 2015. Infografía extraída del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación

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Por otra parte, resultan muy preocupantes los datos en torno a la violencia sexual y machista, que nos indican que las mujeres con discapacidad son víctimas, en mayor medida de estas violencias. Concretamente, las mujeres con discapacidad han sufrido violencia sexual por parte de sus parejas o ex parejas en un 4,7% más que las mujeres sin discapacidad y han sufrido maltrato en un 8,2% más que las mujeres sin discapacidad.

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Mujeres con y sin reconocimiento legal de discapacidad que han sido obligadas a mantener relaciones sexuales por sus parejas o exparejas. Fuente: Informe del CERMI sobre violencia de género hacia las mujeres con discapacidad a partir de la macroencuesta 2015. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación.

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Mujeres con y sin reconocimiento legal de discapacidad que han sido obligadas a mantener relaciones sexuales por sus parejas o exparejas. Fuente: Informe del CERMI sobre violencia de género hacia las mujeres con discapacidad a partir de la macroencuesta 2015. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación.

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Mujeres que han sufrido maltrato (o no) con y sin reconocimiento legal de discapacidad. Fuente: Macroencuesta de violencia contra la mujer 2015. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación.

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Mujeres que han sufrido maltrato (o no) con y sin reconocimiento legal de discapacidad. Fuente: Macroencuesta de violencia contra la mujer 2015. Gráfico extraído del Monográfico del ODF: Mujer y discapacidad. Doble discriminación.

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En el caso de las mujeres con sordoceguera, a pesar de no contar con datos estadísticos de la afectación de las violencias machistas y desigualdades por razón de género en su colectivo concreto, sabemos que su condición provoca una mayor discriminación. Por un lado, se trata de un colectivo con un difícil acceso a la información, por lo que muy probablemente muchas mujeres con sordoceguera no tengan conocimiento suficiente sobre violencia machista o las discriminaciones que pueden sufrir. Por otra parte, también son relevantes las dificultades de comunicación para las personas con sordoceguera, ya que si una mujer con esa condición se encuentra en una situación de maltrato o agresión sexual, puede encontrar muchas dificultades al comunicarlo, puesto que al tratar de situaciones que se dan en la vida íntima y personal de la mujer, ésta deberá poder disponer de una persona interlocutora con la que tenga suficiente confianza para poder explicarle la situación que está viviendo. Además, también es probable que la mujer con sordoceguera tenga una gran dependencia con su agresor, puesto que ésta no sólo puede ser económica sino también comunicativa y física, por lo que resulta aún más difícil salir de una relación de maltrato.

Además, hay que tener presente que las mujeres son las principales cuidadoras de las personas con discapacidad y que, en muchos casos, ante el esfuerzo que supone cuidar a una persona con sordoceguera, acaban haciéndolo solas. En este sentido, las horas de mediación garantizan una oportunidad para liberar a estas madres cuidadoras y ofrecerlas un tiempo muy valioso y necesario que favorece a equilibrar la balanza de la desigualdad. Pero, ¿y si las cuidadoras son las propias mujeres con sordoceguera? Conocemos casos de mujeres con sordoceguera adquirida que viven solas y han cuidado de sus hijos, del hogar y de sí mismas. No son casos aislados los que muestran la capacidad y el empoderamiento de las mujeres con discapacidad. Por eso desde FESOCE les queremos otorgar el valor que realmente tienen y colocarlas en el lugar donde ellas decidan estar.

Texto de la entidad miembro APSOCECAT